Objetivos

El proyecto nació hace años en el seno de Unicaja, en lo que se entendía como un ejercicio de responsabilidad social, al que se sumaron, primero, la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), y luego, la Universidad de Málaga (UMA). Más adelante se incorporaron la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, la Universidad de Jaén (UJA), la universidad de Córdoba (UCO), la Universidad de Almería (UAL), la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la Universidad de Salamanca (USAL), la Universidad de León (ULE), la Universidad de Huelva (UHU), la Universidad del Algarve (UAlg)  la Universidad de Granada (UGR), la Univerisidad de Burgos (UBU), la Universidad de Cádiz (UCA), la Universidad de Valladolid (UVa) y la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA).

La intención era contribuir a la difusión de conocimientos relativos a la operatoria del sistema financiero y al fomento de la cultura financiera, a partir del convencimiento de que, de esta manera, se promueven una mayor transparencia, seguridad y responsabilidad en el desarrollo de las relaciones financieras entre los ciudadanos y los intermediarios financieros.

Ahora bien, muchas veces lo que hacen las instituciones depende de personas concretas. En este sentido, el proyecto surge en realidad de una motivación primaria, compartida, en distinto grado, por los participantes en el mismo, la vocación docente y el deseo de transmitir a otros el conocimiento y la experiencia adquiridos.

Su objetivo básico era el siguiente: elaborar una guía didáctica, con un doble soporte (internet y papel), que proporcionara una visión introductoria simple, clara y objetiva de los aspectos fundamentales del sistema financiero, y de los principales productos y servicios ofertados en éste.

Esencialmente, se pretende ofrecer una ayuda para la toma de decisiones financieras personales: se trata de contribuir a aumentar el grado de autonomía del usuario de servicios financieros. El propósito es inducir a la reflexión y al razonamiento en lugar de dar unas recetas automáticas: calcular la TAE o la cuota de un préstamo es bastante fácil, pero lo importante es saber su fundamentación, su significado e implicaciones.

En cierta medida, se pretende estimular a «aprender a aprender» para el desenvolvimiento en el ámbito financiero. Se trata de huir de la «técnica de enchufar y que funcione» inidentificada en el ámbito pedagógico, donde, según algunas investigaciones, hay alumnos que pueden obtener una calificación muy alta sin comprender prácticamente nada de los contenidos impartidos.

En este contexto, creemos que un célebre aforismo de Montaigne, el gran filósofo francés, tiene una extrema importancia: «Es mejor tener una mente bien ordenada que una mente llena».

Asimismo, se considera esencial poner el énfasis en la interrelación, a fin de superar los comportamientos estancos. La fragmentación y en algunos casos, el solapamiento son un hándicap estructural de una enseñanza concebida con un enfoque (necesario) de especialización por materias.